Granada, me rindo ante la Alhambra

Interior del Generalife

Los españoles deberíamos visitar la Alhambra al menos una vez en la vida. Todos los adjetivos calificativos relacionados con belleza y majestuosidad valen para alabar esta construcción maravillosa. No te voy a aburrir con lecciones de historia; mejor ve y admira el lugar.

Si en tu visita incluyes los espectaculares palacios nazaríes (allí te encontrarás con la famosa fuente de los leones), necesitarás al menos cuatro horas para recorrer toda la Alhambra. Por eso recomiendo la compra de la entrada general, merece mucho la pena, no te arrepentirás. Aquí te dejo el enlace para comprar las entradas. No te preocupes por el agua, ya que hay fuentes repartidas por toda la fortaleza.

Una vez que salgas del recinto, puedes parar a comer en el parador de Granada, que está junto a una de las salidas. Sí, ya sé que algunos de tus acompañantes dirán que mejor unos bocadillos, que también  (hay un chiringuito junto a la Alcazaba donde los venden). Pero un día es un día, y en el restaurante de este parador comerás de lujo por unos 40 euros, aunque no tiene las vistas del parador de Toledo, claro.

Patio de los leones

Antes o después de pasear por la Alhambra, hay que perderse por el casco viejo de Granada. Es una gran experiencia hacerlo de noche, cuando los turistas estamos descansando y los lugareños, también.

Al hilo de esto, me cuenta mi amigo Fran que no te puedes perder los espectáculos en los jardines del Generalife en verano, y sin pasar calor. ¡Habrá que ir!

Para dormir, el parador de Granada tiene un precio bastante elevado. En cambio, yo he dormido en el hotel Ibis, junto al centro comercial Carrefour, en la zona de Armilla. Este hotel, de solo una estrella, está muy muy bien, a un precio alucinante, con unas instalaciones muy confortables y, además, una piscina en su azotea para el veranito. El desayuno, muy copioso, incluye zumo natural exprimido y jamón serrano. ¡Casi ná! ¡Y he dormido por 42 euros la habitación doble con desayuno!

Por si te alojas en el hotel Ibis, enfrente está la Taberna El Potro, un lugar totalmente aconsejable, desde mi punto de vista, para cenar después de pasar el día en Granada. Extraordinarios productos a un precio muy competitivo. El paté de perdiz, para repetir, al igual que las habitas con huevo frito.

Desde este hotel al mirador de san Nicolás, en el barrio mágico del Albaicín, puedes ir en taxi por unos 11 euros (ten siempre presente que en el centro de Granada es más probable que tengas que pagar por aparcar en un garaje que te toque la lotería). La vuelta desde la plaza Nueva al hotel te sale por unos 7 euros, que entre cuatro sale como un billete de autobús para cada uno.

Mirador de san Nicolás, al atardecer

En el mirador, por la tarde no os podéis perder a los gitanos que cantan flamenco con la Alhambra como espléndido decorado. Tampoco está mal la idea de quedarse a cenar por la zona para contemplar la Alhambra por la noche, una panorámica que quita el hipo.

Por cierto, cuentan que fue desde este mirador donde el expresidente de los Estados Unidos de América, Bill Clinton, contempló «la más bella puesta de sol del planeta». Bill y yo ya tenemos algo en común, aunque en otra entrada os hablaré del Gran Cañón del Colorado y de su atardecer, que no es moco de pavo.

Por último, el casco viejo de Granada está repleto de viviendas típicas que son conocidas como «cármenes». Pues bien, uno que te recomiendo está a pocos metros del mirador de san Nicolás. Es el carmen donde vivió el pintor belga Max Moreau, un artista que se enamoró de la ciudad de Granada. La visita es gratuita y muy interesante. Ya me dirás qué te parece.

Mirador de san Nicolás,
con la Alhambra al fondo

No quiero que se me quede en el tintero otra sugerencia. A 45 kilómetros al sur de Granada está el atractivo pueblo de Lanjarón, famoso por sus aguas y por ser el retiro veraniego de Federico García Lorca. El poeta estuvo hospedado en el hotel España, un establecimiento que recomiendo para comer (tanto dentro de su restaurante como en su terraza), aunque no he dormido. También pásate por el restaurante del hotel Nuevo Palas, se come muy bien en un lugar elegante. Y, para dormir, estuve alojado tres noches en el hotel Miramar, con piscina para el verano.