Londres engancha
Puente de Londres, agosto de 2017 |
Como quizá tendrás dudas acerca de cómo reservar con facilidad un vuelo, te recomiendo que pulses aquí si quieres descubrirlo. Si no lo necesitas, te sigo contando.
Cuando voy a Londres, siempre llevo mi tarjeta Oyster, una especie de monedero electrónico que me permite subir en autobuses y usar el metro tantas veces como quiera por una cantidad fija de un puñadito de libras. ¿Merece la pena? ¡Por supuesto!
Plaza de Trafalgar, con el Big Ben al fondo |
Tampoco he comido mal en La Cibeles de Portobello, en la zona de Notting Hill, donde puedes encontrar, metros más adelante, otro restaurante español, el Galicia, aunque de este no puedo opinar porque estaba cerrado el día que paseé por la zona.
El río Tamesis desde el Museo de Arte Moderno |
Ahora bien, el modesto restaurante de Londres que me tiene maravillado es el Regency Café, en la calle Page, el apellido de un político castellano-manchego. Situado a unos 15 minutos andando de la estación Victoria -o en autobús-, puedes comer y tomar café a unos precios increíbles, pocas veces vistos en la capital británica, en un local por donde parece que no ha pasado el tiempo desde que lo abrieron en 1946. Este lugar bien merece un paseo hasta allí.
Por otro lado, algo que no debes de dejar de hacer en Londres, si tienes ocasión, es ver uno o varios musicales. Mi preferido es Los Inmortales. Te hará llorar, te lo aseguro, aunque no sepas inglés. El precio de la entrada -creo que pagué 80 euros al cambio por la mía- puede parecerte exagerado en un primer momento, aunque luego te darás cuenta, después de casi tres horas de espectáculo, de que mereció la pena (aquí te dejo mi opinión en Tripadvisor).
Un lugar para descansar junto al puente de Londres |
Igualmente, Mamma Mía, un clásico que he tenido la suerte de ver en Las Vegas y en Sevilla, te encantará si te gusta la música del grupo Abba. Tu esqueleto no parará de moverse y el final, ¡ay, el final!, es de escándalo.
En Londres he tenido la oportunidad de ver Motown, montaje en el que la calidad de los actores es también increíble. A este musical llegué gracias al consejo de mi amiga Estela Cuesta, una periodista de Guadalajara que trabaja en un medio de comunicación cuya sede se encuentra junto a la catedral de San Pablo. Ella también fue la que me llevó hasta el local Ain't nothin but... the blues bar, en el Soho. Según Estela, allí se toca el mejor blues en todo Londres. No sé si será así, porque no soy ningún entendido, pero yo lo disfruté muchísimo. ¡Un ambientazo y escuchando música de la buena con una guitarra pegada a mi oreja!
Ain't nothin but... |
Si me pides que te aconseje uno, entonces te digo el Holiday Inn Express London en Ealing: muy barato, limpio, con unas instalaciones estupendas y con desayuno incluido. Además, su personal en la recepción es muy amable, con una española supersalada, Luisa -Lousie en inglés-, a la que debéis de pedirle que os haga una tortilla de patata como le enseñó mi mujer, Marcela. Con un supermercado Lidl al lado, el hotel está bastante alejado del centro y relativamente próximo al aeropuerto de Heathrow. Sin embargo, tiene una parada de autobús en la misma puerta y existen dos paradas de metro cercanas, con lo que estaréis en Picadilly Circus en 40 minutos.
Ahora bien, si después de ver hoteles, no sabes por cuál decidirte, escríbeme. Estaré encantado de ayudarte.
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