Londres engancha

Puente de Londres, agosto de 2017
Hasta que no fui por primera vez a Londres, no entendí por qué a la gente le enganchaba tanto. Me quedé prendado de esta cosmopolita ciudad, que he visitado en varias ocasiones.
Como quizá tendrás dudas acerca de cómo reservar con facilidad un vuelo, te recomiendo que pulses aquí si quieres descubrirlo. Si no lo necesitas, te sigo contando.
Cuando voy a Londres, siempre llevo mi tarjeta Oyster, una especie de monedero electrónico que me permite subir en autobuses y usar el metro tantas veces como quiera por una cantidad fija de un puñadito de libras. ¿Merece la pena? ¡Por supuesto!

Plaza de Trafalgar, con el Big Ben al fondo
De museos y monumentos, te remito a las guías turísticas, que lo explican muy bien. Yo te voy a intentar descubrir otros lugares, como restaurantes, que en Londres son muy caros y de una calidad regulera (siempre están los supermercados, claro). No obstante, puedo sugerir algunos. Por ejemplo, el Pirata de Mayfair , entre las paradas de metro Green Park y Hyde Park Corner, es un local de comida española que ha cambiado de dueños. Me gustó mucho más cuando lo descubrí en 2012, en los Juegos Olímpicos, que en 2017, la última vez que lo visité.

Tampoco he comido mal en La Cibeles de Portobello, en la zona de Notting Hill, donde puedes encontrar, metros más adelante, otro restaurante español, el Galicia, aunque de este no puedo opinar porque estaba cerrado el día que paseé por la zona.
El río Tamesis desde el Museo de Arte Moderno

Ahora bien, el modesto restaurante de Londres que me tiene maravillado es el Regency Café, en la calle Page, el apellido de un político castellano-manchego. Situado a unos 15 minutos andando de la estación Victoria -o en autobús-, puedes comer y tomar café a unos precios increíbles, pocas veces vistos en la capital británica, en un local por donde parece que no ha pasado el tiempo desde que lo abrieron en 1946. Este lugar bien merece un paseo hasta allí.

Por otro lado, algo que no debes de dejar de hacer en Londres, si tienes ocasión, es ver uno o varios musicales. Mi preferido es Los Inmortales. Te hará llorar, te lo aseguro, aunque no sepas inglés. El precio de la entrada -creo que pagué 80 euros al cambio por la mía- puede parecerte exagerado en un primer momento, aunque luego te darás cuenta, después de casi tres horas de espectáculo, de que mereció la pena (aquí te dejo mi opinión en Tripadvisor).

Un lugar para descansar
junto al puente de Londres
También he reído y he bailado con Escuela de Rock (School of Rock), un espectáculo en el que un profesor y un grupo de pequeñajos te divertirán muchísimo. En el teatro donde se representa (New London), no te compliques por buscar la mejor butaca para disfrutarlo. Desde la última fila, en el mismísimo centro, se ve muy bien. Yo me lo pasé en grande por 25 euros al cambio. ¡Imagínate cómo lo verás si inviertes un poco más de dinero en la entrada!

Igualmente, Mamma Mía, un clásico que he tenido la suerte de ver en Las Vegas y en Sevilla, te encantará si te gusta la música del grupo Abba. Tu esqueleto no parará de moverse y el final, ¡ay, el final!, es de escándalo.

En Londres he tenido la oportunidad de ver Motown, montaje en el que la calidad de los actores es también increíble. A este musical llegué gracias al consejo de mi amiga Estela Cuesta, una periodista de Guadalajara que trabaja en un medio de comunicación cuya sede se encuentra junto a la catedral de San Pablo. Ella también fue la que me llevó hasta el local Ain't nothin but... the blues bar, en el Soho. Según Estela, allí se toca el mejor blues en todo Londres. No sé si será así, porque no soy ningún entendido, pero yo lo disfruté muchísimo. ¡Un ambientazo y escuchando música de la buena con una guitarra pegada a mi oreja!

Ain't nothin but...
Vamos ahora a los alojamientos, que en Londres hay que dormir bastante porque uno no para de caminar de día. La ciudad del Big Ben no destaca, precisamente, por la calidad de sus hoteles. Mi sugerencia es que reserves en un establecimiento fuera de la 'almendra', de lo que muchos turistas consideran el 'centro' de Londres, y vayas a la zona 3. La relación calidad-precio es insuperable. Claro está, siempre que tengas días suficientes, aunque realmente esta city necesita varias semanas para disfrutarla a tope.

Si me pides que te aconseje uno, entonces te digo el Holiday Inn Express London en Ealing: muy barato, limpio, con unas instalaciones estupendas y con desayuno incluido. Además, su personal en la recepción es muy amable, con una española supersalada, Luisa -Lousie en inglés-, a la que debéis de pedirle que os haga una tortilla de patata como le enseñó mi mujer, Marcela. Con un supermercado Lidl al lado, el hotel está bastante alejado del centro y relativamente próximo al aeropuerto de Heathrow. Sin embargo, tiene una parada de autobús en la misma puerta y existen dos paradas de metro cercanas, con lo que estaréis en Picadilly Circus en 40 minutos.

Ahora bien, si después de ver hoteles, no sabes por cuál decidirte, escríbeme. Estaré encantado de ayudarte.




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