Roma de mis amores
Panteón de Agripa |
Pero empecemos por el principio. Para llegar a la Ciudad Eterna desde Madrid, o desde cualquier parte del mundo, siempre consulto la web vuelosbaratos.es. Elijo la mejor compañía aérea; nunca por su fama, me da igual, sino por el precio. Un conocido, experto en auditorías a fabricantes de aviones, me ha insistido siempre en que todas las aeronaves son iguales, solo cambian los servicios extras, y es ahí donde te cobrarán lo que quieran. Por eso siempre vuelo con la compañía que me ofrece la mejor tarifa, según mis necesidades. Y esta máxima me ha dado buen resultado. Por ejemplo, he volado tropecientas mil veces con Ryanair y nunca he tenido un problema. Es cierto que siempre he cumplido con las normas de esta compañía aérea irlandesa. Quizá será por eso.
Al fondo, san Pedro desde el Foro Romano |
Ya con el billete en la mano, en Madrid el coche lo dejo en el parkingdelaeropuerto.com, también por la relación calidad-precio. Todos sus empleados son muy amables, aunque destaco a Javier, un tipo muy majo.
¿Y cómo llego luego a Roma? Casi siempre aterrizo en el aeropuerto Ciampino (también tienes la opción de Fiumicino, aunque a veces es más cara). En Ciampino, base de Ryanair, hay varias empresas de autobuses que, por una cantidad módica -hay poquita diferencia económica entre ellas-, te llevan a la estación de Termini. Por darte alguna opción, Terravision. En el caso de que vueles con Ryanair, en el aeropuerto de Madrid puedes comprar el billete a Terravision al mismo precio que lo podrías adquirir en Ciampino. En cambio, si vas a Fiumicino, para mi no merece la pena utilizar el tren Leonardo Express, es mucho más caro, aunque eso ya va en gustos.
Gaviota en el Foro Romano |
Heladería Giolitti |
No obstante, te recomiendo, sin ninguna duda, un alojamiento en el que he descansado placenteramente y al que ha ido gente aconsejada por mi que ha salido encantada, aunqueel hotel no está en Termini. Se llama Camplus Guest Roma, donde he encontrado la mejor relación calidad-precio hasta ahora. Alojamiento y desayuno a un precio inigualable, según mi experiencia. Además, en el restaurante donde sirven los desayunos también disponen de menús a un precio competitivo para comer y cenar. Este hotel, donde hay un ambiente universitario muy chulo, está a 200 metros de un supermercado y de la estación de metro Pietralata, a pocas paradas de Termini. Una vez aquí puedes subir a autobuses urbanos (siempre con tarjeta de transporte o billete validado, para evitar sustos) o seguir en el metro para llegar a la plaza de España (parada Spagna) o al Vaticano (bájate en Octtaviano). Si te alojas en el Camplus, necesitarás irremediablemente una tarjeta de transporte, a la que sacarás un gran partido, te lo aseguro.
Interior de la basílica de san Pedro |
Y ya con los pies en Roma, a disfrutar. Yo alucino siempre, de día o de noche, con el panteón de Agripa. No tengo palabras para describir tanta belleza. Por dentro y por fuera. En esa zona se grabaron escenas de la película Ángeles y Demonios, por poner un ejemplo.
También me impacta ver el Coliseo de noche, sobre todo en Navidad, con un arbol iluminado en el exterior, que te permite hacer unas fotografías muy guapas. Y, por supuesto, la fuente de Trevi, tanto de día como de noche, como el enigmático panteón de Agripa. Ambos monumentos son inconmensurables.
Pero te recuerdo que para informar de monumentos y museos ya están las guías de turismo tradicionales. Por eso, yo voy a lo mío: a recomendar lugares para saciar el hambre y la sed. Dicho esto, muy cerca del impresionante templo de Agripa hay una heladería, Giolitti, a la que voy a tomar un capuchino o a comer un riquísimo helado siempre que estoy en Roma. Eso sí, tomo café en la barra, ya que es más barato (1,20 euros) que sentarte en el coqueto salón del establecimiento (ahí el precio se triplica), donde también es cierto que te ponen incluso tu agüita, como si fueras de Sevilla.
También me impacta ver el Coliseo de noche, sobre todo en Navidad, con un arbol iluminado en el exterior, que te permite hacer unas fotografías muy guapas. Y, por supuesto, la fuente de Trevi, tanto de día como de noche, como el enigmático panteón de Agripa. Ambos monumentos son inconmensurables.
Pero te recuerdo que para informar de monumentos y museos ya están las guías de turismo tradicionales. Por eso, yo voy a lo mío: a recomendar lugares para saciar el hambre y la sed. Dicho esto, muy cerca del impresionante templo de Agripa hay una heladería, Giolitti, a la que voy a tomar un capuchino o a comer un riquísimo helado siempre que estoy en Roma. Eso sí, tomo café en la barra, ya que es más barato (1,20 euros) que sentarte en el coqueto salón del establecimiento (ahí el precio se triplica), donde también es cierto que te ponen incluso tu agüita, como si fueras de Sevilla.
San Pedro, al fondo |
Otro consejo: di en el Babbo's que vas de parte de Marcela (mi mujer) y/o Manolo. Entonces Sabrina y Favio te regalarán otra sonrisa y seguro que tendrán un detalle (pide Vin Santo con cantucci, y que lo carguen a mi cuenta).
Fuente de los Cuatro Ríos en la plaza Navona |
En la zona del Vaticano, camino de sus museos, ve al restaurante dei Musei si tienes hambre o ganas de tomar una cervecita. Comerás muy bien a un precio económico, dentro o fuera, ya que tienen terraza. Además, podrás comprobar que simpáticos son Julio y María, el cautivador matrimonio que lleva el negocio. No es extraño que comas al lado de un arzobispo, como me ha sucedido en alguna ocasión. Y tampoco será raro que Julio y María te obsequien con alguna tapita cuando estés tomándote una consumición, si se dan cuenta de que eres español.
Comer en este restaurante lo puedes hacer antes o después de entrar en la basílica de san Pedro y/o subir a la cúpula desde abajo (nada de ascensor, camastrón/-a). Es una experiencia casi religiosa, te lo puedo asegurar porque he subido a patita los 551 peldaños en dos ocasiones.
Comer en este restaurante lo puedes hacer antes o después de entrar en la basílica de san Pedro y/o subir a la cúpula desde abajo (nada de ascensor, camastrón/-a). Es una experiencia casi religiosa, te lo puedo asegurar porque he subido a patita los 551 peldaños en dos ocasiones.
Por último, y para tomar pizzas, además de mi querido Babbo's, recomiendo La Montecarlo y la Baffetto, a pocos metros una de otra, y ambas próximas a la plaza Navona. Y, en el caso de que estés en la fuente de Trevi, me gustó mucho un supermercado, Forno, donde podéis comprar bocadillos y bebidas a precios económicos.
Quiero terminar en el Trastévere. Si paseas por este magnífico y bucólico barrio, mata la gusa en el bar Lillo. (Vía dei Genovesi, 39). Comida y bebida a precios increíbles, incluso más barato que en muchas ciudades y pueblos de España.
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