Encuentros inesperados en Nerja

Estatua al siempre añorado Chanquete
Apreciados Reyes Magos:

Quién me iba a decir que os iba a encontrar en Nerja después de tantos años, y a 500 kilómetros de mi casa. Fue la víspera del gran día para millones de niños. Os vi estupendamente de forma, con los mismos pelos y las mismas barbas (menos Baltasar, claro). Como si el tiempo no hubiera pasado por vosotros.

Seguro que influyeron los aires de esta preciosa población costera de Málaga, donde adorasteis a un Niño Jesús de carne y hueso que no os puso en ningún aprieto. El chavalín se portó maravillosamente bien, y eso que tardasteis un poquito en entrar en escena.

Inmediaciones del apartahotel Marinas de Nerja
Cuando leáis esta misiva, probablemente estaréis regresando a Oriente. Una pena, porque me habría gustado que hubierais conocido a Magdalena, una encantadora tinerfeña de 80 años que contó que "mi nuevo novio me da mucha marcha" desde hace un tiempo. "No paro de moverme", decía ella con un tembleque como si tuviera frío en una noche muy agradable de temperatura. Su ligue se llama Parkinson; sí, como la enfermedad, que ha tocado su puerta lamentablemente, como un día le sucedió a mi recordada tía Daniela. "Y hay que bailar con él todo el día", afirmaba resignada la chicharrera, elegantemente vestida y con un sentido del humor inimaginable.

Alrededores del balcón de Europa
Magdalena es una señora rubia de ojos pequeños, que se pinta los labios de color rojo y va siempre acompañada de su andador, "mi Ferrari"; el mismo con el que zigzagueó por el abarrotado balcón de Europa, un mirador espectacular, para poder veros mientras adorabais al pequeñajo delante de la imponente iglesia de san Salvador, de un blanco radiante.

Si conocierais a Magdalena, os la llevaríais de ruta el próximo año. Sería la jefa de vuestros pajes, seguro. Por localizarla a tiempo no os preocupéis; me dio su número de teléfono para que la llamemos cuando la necesitemos, mis niños.

Cabalgata de Reyes
Fue emocionante admirar a Magdalena mientras tocaba las palmas al son que marcaba el animadísimo grupo Mediterráneo, de Málaga, que mi colega Elisabeth se llevaría a su boda, si se casara otra vez, para que cantase la Salve Rociera de Manuel Pareja Obregón.

Luego ya oísteis a Antonio Cortés, que regaló interpretaciones cargadas de sentimiento. Él cantaba en casa, como Jesús Rosa, que rasgó con firmeza la guitarra mientras el coplero y flamenco emocionaba al numeroso público con su estilo enérgico.

Copia del banco de Chanquete en Verano Azul
Como os explicarían en el Ayuntamiento, en Nerja se rodó una famosísima serie de televisión, Verano Azul. Si os dieron un rulo por este pueblo de 20.000 habitantes antes de la cabalgata, os daríais cuenta de que los nombres de muchas calles y negocios de su atractivo casco viejo están relacionados con aquel trabajo dirigido por otro Antonio, Mercero.

Seguramente pasaríais al lado de la réplica de La Dorada, el imponente barco que se construyó como decorado y donde vivía uno de los principales personajes de la serie, el querido y llorado Chanquete, interpretado por un grande del cine español: don Antonio Ferrándiz.

Cabalgata de Reyes
También os llevarían a la playa donde estuvo el quiosco de Ayo, cuyo propietario todavía sigue por allí haciendo paellas y otros manjares con productos del mar en una terraza con techos de caña y emparrado. Y os bajarían por el boquete de Calahonda, un corto pasadizo que os conduce cuesta abajo por un precioso empedrado hasta la pequeña playa del mismo nombre. Pasaríais entonces junto a la estatua a Chanquete, "el viejo pescador de aquel Verano Azul", una escultura obra de Francisco Martín Molina, que fue inaugurada el 24 de mayo del pasado año. Y, probablemente, os fijaríais en una pequeña casita blanca y azul levantada en la playa aprovechando el amparo de la roca del pequeño acantilado.

Uno de los locales del
atractivo casco viejo de Nerja
Aunque yo apuesto que esa maravillosa zona la visteis desde el balcón de Europa, donde adorasteis al Niño Jesús de carne y hueso después de terminar la colorista, iluminada y musical cabalgata por las encaladas calles del pueblo. El nombre de ese mirador, por si no os lo contaron, se lo puso el rey Alfonso XII. Casi nada. Cuentan que le dio ese apelativo cuando visitó Nerja el 12 de enero de 1885, según la placa que hay al lado de una estatua del monarca, también una obra firmada por Francisco Martín.

Esta anécdota no me la contó mi colega José Manuel Bretones, el último director del periódico El Caso, una publicación siempre recordada. Eso sí, este almeriense de pro, que acaba de publicar el libro "Azorín 1970", ya me avisó unos días antes de llegar a Nerja: "Te va a encantar el balcón de Europa". Y acertó de pleno.

Apartahotel Marinas de Nerja
Supongo también, simpáticas majestades, que os darían una vueltecita por las lindas calles aledañas, sobre todo por la del almirante Ferrándiz y la de la Gloria, donde hay tiendas, bares y restaurantes muy chulos, además de un local de flamenco, El Burro Blanco, al que seguro que habría entrado si no hubiera estado cerrado.

A lo mejor os fijasteis en una casa blanca que hace esquina; se trata de la vivienda donde falleció Alejandro Bueno García, que fue escritor, historiador y alcalde de este hermoso pueblo marinero. Eso se puede leer sobre una placa formada por seis azulejos de cerámica de Alzira que, por un momento, pensé que era de Talavera de la Reina, mi localidad natal.

Playa de Calahonda, Nerja
Pero todavía no os he dicho, ilustrados reyes, que los tres días que mi mujer, mi hija y el menda estuvimos en Nerja nos alojamos en el apartahotel Marinas de Nerja: 360 euros, todo incluido, con una sesión gratis en su magnífico spa por haber reservado directamente con el alojamiento. Comimos de lujo en unas instalaciones con piscinas y acceso directo a una playa de tierra oscura, grava y cantos para la que vosotros necesitaríais escarpines si quisierais  entrar en el agua.

Si vais, os adelanto que os atenderá gente muy maja. En el restaurante, preguntad por un tocayo, Manuel; Mónica Pérez o Javier, uno de los cocineros; en el bar, el saleroso Daniel Palma, que a lo mejor os cuenta un chiste. A todos le dais saludos de un servidor.

Techo de la cueva de Nerja
Apuesto a que ellos no trabajaban en este apartahotel cuando mi colega David Revenga vivió su particular verano azul hace más de casi 20 años.
Mi compi de profesión había visto una fotografía colgada en mi estado de Whatsapp y reconoció inmediatamente que en este alojamiento disfrutó de 20 días inolvidables entre julio y agosto de 1990. Él tenía "18 años para 19".

-Hicimos una panda que no veas en ese hotel; de 30 jóvenes, chicos y chicas, entre alemanes, franceses, belgas y españoles de Sevilla, Córdoba o Jaén.

Estos recuerdos me los reveló antes de que entráramos en el restaurante para comer. Faltaban horas para vuestra cabalgata y mis ojos se fijaron en el comedor en una familia con un comportamiento entrañable alrededor de una mesa circular. La madre y el padre cogían por turnos en brazos a su hijo enfermo, ya adolescente y totalmente dependiente; se lo ponían en sus regazos, apoyaban la cabeza del chaval en uno de sus brazos, como si fuera un bebé pero inmóvil, y le intentaban dar de comer.

Frigiliana
Entonces me acordé de vosotros. ¿Qué pediría una familia como ella a vuestras majestades? Horas más tarde, volví a hacerme la misma pregunta cuando leí en Facebook el mensaje de una madre, Lucía, que tiene un hijo con la enfermedad degenerativa de Duchenne. "Hoy, mientras todos están finalizando sus compras, ultimando detalles y esperando la cabalgata, yo pienso que hoy finaliza mi hijo la medicación que se le recetó hace casi 4 años -relataba-. Ataluren se llama; no cura, solo se le receta a pacientes que ambulan (y no todos los afectados lo toman); ya mi hijo no camina, por lo que han decidido los doctores retirar su prescripción".

Frigiliana
Lucía recibía otro mensaje de apoyo de Valle, la irreductible madre de mi admirado Pelayo, también afectado gravemente por el puñetero Duchenne: "Solo espero que Darío no tenga una pérdida como la que está teniendo Pelayo, su amigo de batalla -le deseaba-; es lo único que tenemos para frenar esta maldita enfermedad. Seguiremos luchando, Lucía".

Y entonces, casualmente (supongo), mi apreciado Mariano, compañero de cordada, envió un wasap a nuestro grupo de montaña. Se trataba de una parte de un poema no muy conocido de Miguel de Unamuno que circula con redes sociales, escrito sobre una imagen de los Reyes Magos, que apela a la infancia. "Agranda la puerta, Padre, porque no puedo pasar./ La hiciste para los niños, yo he crecido, a mi pesar./ Si no me agrandas la puerta,/ achícame, por piedad;/ vuélveme a la edad aquella en que vivir es soñar".

Frigiliana
A la mañana siguiente, lunes, día de vuestras majestades, visitamos primero la impactante cueva de Nerja, un regalo para conmemorar una jornada tan mágica como la vuestra. Fue descubierta el 12 de enero de 1959 por cinco chavales (Francisco, José Torres, Manuel, José Luis y Miguel), a los que siempre agradeceré que sus ganas por cazar murciélagos pusiera al descubierto un tesoro patrimonio histórico de España.

Realmente, está abierta una pequeña parte de la gruta, situada en la pedanía de Maro, porque el resto está cerrado al público en general para preservar una gruta tan bella, que busca la merecida declaración de patrimonio de la humanidad de la Unesco. Espero que sea un regalo de Reyes algún año de estos, queridos Magos de Oriente, aunque seguro que ya lo tendréis anotado en vuestra larguísima lista.

Casco viejo de Nerja
No sé si sabréis que, precisamente por motivos de conservación, tampoco se celebra en su interior desde 2019, salvo excepciones, el Festival de Música y Danza. Todos los veranos desde 1960 se disfrutaba de enormes espectáculos en la conocida como sala del Ballet, donde llegaron a meter en cada sesión hasta 800 personas, un número que se redujo a medio millar al eliminar una enorme grada.

Sin embargo, esa altísima concentración de humanos generaba un aumento de temperatura y tal cantidad de dióxido de carbono que provocaba que el agua que se filtraba se volviera corrosiva y, por tanto, un fenómeno destructor.

Frigiliana
La entrada cuesta 11,75 euros si la compras por internet, aunque puedes entrar gratis de lunes a viernes solo en el pase de las 9:30, como hicimos nosotros, que pagamos un euro por la autoguía, imprescindible por la numerosa información que facilita. La reserva debes hacerla por la página web desde 48 horas antes de tu visita y, luego, a disfrutar durante 45 minutos del recorrido de un kilómetro. Nuestro guía nos desveló un dato relevante: para ver la cueva entera se necesitarían entre 7 y 9 horas. Pero no te preocupes, porque podrás admirar, entre tanta belleza natural, la fantasmal columna más grande del mundo, con 32 metros de alto y 18 de diámetro, por lo que está incluida en el libro Guinnes de los Récords.

En el mismo grupo íbamos, sin saberlo, con una pareja de Barcelona, Romualdo y Remedios, con quienes coincidimos más tarde en la preciosa población de Frigiliana, a pocos kilómetros de Nerja y recomendada por Pilar, una amiga de mi mujer. Este municipio de apenas 3000 habitantes presume de tener la única fábrica de miel de caña de Europa, el ingenio Nuestra Señora del Carmen, que ocupa el enorme edificio que se ve en todas las instantáneas del promontorio característico de esta localidad de la comarca de la Axarquía.

El portal, delante de la iglesia de san Salvador, donde
vuestras majestades adorasteis al Niño Jesús
Una fotografía en una de sus numerosas cuestas de este municipio sirvió para que entabláramos una conversación con ellos que se alargó un par de horas. Este fue el tiempo que invertimos en recorrer Frigiliana, empinada y hermosamente encalada, antes de regresar al apartahotel para comer. En esos 120 minutos pude conocer a un encantador matrimonio que no para de adquirir conocimientos. Romualdo, prejubilado por una caja de ahorros, es titulado en Derecho y en Ciencias Políticas, además de haber comenzado Criminología. Remedios, en cambio, está a punto de terminar Historia del Arte y se prepara los viajes con la misma precisión que un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo... (José Luis López Vázquez en "Atraco a las tres").

Fue un lujo el encuentro con esta pareja, un extraordinario punto y final para una visita a Nerja, a la que vosotros, estimados Magos, volveréis el próximo año. Sin embargo, mi mujer y yo quizá estemos entonces a varios kilómetros de distancia, pero aquello será otra historia.

Apreciados Melchor, Gaspar y Baltasar, siempre a vuestra disposición.

































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