Altagracia, mi primer contacto con una 'drag queen'

Gran Canaria es uno de los dos lugares, junto con Almería, que barajo para mi jubilación. Voy con frecuencia y mi amiga Pilar siempre me ha invitado a ver la gala 'Drag Queen' que se celebra todos los años con motivo del carnaval. Sin embargo, las fechas no me han cuadrado.

Por eso me acordé de Pilar cuando mi hija me contó que su jefe o mánager era además 'drag queen'. Cuando lo conocí personalmente, me di cuenta de que era él nada más verlo. Y recuerdo que le pregunté si era bailarín, por el movimiento de caderas cuando andaba. Le dije también que nos gustaría asistir, a mi mujer y a mí, a algún espectáculo suyo. Y ese día llegó.

Al escribir estas líneas, pregunté a mi hija cómo debía tratar a Leudys, su nombre de pila: si como hombre o como mujer. Me respondió que lo hiciera usando un género neutro, 'elle', porque no se identifica con ninguno de los dos.

Consulté en el diccionario de la RAE y en Fundeu, una entidad que asesora sobre norma, uso y estilo del idioma español, especialmente en los medios de comunicación. "La RAE elimina 'elle' de su Observatorio de palabras por la confusión que ha generado, y desaparece de su portal en internet unos pocos días después de haber sido incorporado", leo lo que se publicó en 2020. Por tanto, por mi condición de periodista que intenta ser riguroso, no utilizaré el término 'elle' en este artículo sobre él, escrito desde el afecto que le tengo.

Leudys, o Leu como lo llaman sus compañeras y amigos, salió de Venezuela con 23 años. Se mudó a Panamá, no se acopló al país y decidió viajar a España, donde tenía amistades. Desde muy pequeño solía decir que le encantaba Europa y "me inspiré en ello para mudarme y venirme aquí".

Fuera y dentro de nuestro país, trabajó desde camarero hasta mánager de varias empresas. Tiene además un alter ego como 'drag queen': Altagracia de la Palma. Pero, ¿por qué dio el paso? Recuerda que la primera vez que vio a una fue en un vídeo musical de Elton John que le mostró su madre. En él actuaba Rupaul, también modelo, actor, cantante, compositor y presentador estadounidense. "La cabeza me estalló y la canción me pareció increíble", evoca. 

Leu o Altagracia  -tanto monta, monta tanto- nos invitó a ver un espectáculo suyo en la mítica sala de Morocco y allá que fuimos mi mujer y yo. Es tocarnos las palmas y nos apuntamos a un bombardeo. Pero, como nos sucede a veces, te lo dicen con poco tiempo para reaccionar, como fue este caso. Nos avisaron un jueves por la noche para ir el viernes, por lo que tuvimos que apretar el culo para encontrar un hotel céntrico en Madrid a un precio razonable, ya que el 'show' de Altagracia se alargaría hasta altas horas de la madrugada.

El alojamiento elegido fue el hotel de la cadena Casual del Teatro, que ocupa varias plantas de un edificio con más de cien años de historia, según nos contaron sus propietarios. En este alojamiento, curiosamente, me había fijado semanas atrás, cuando estuve viendo 'El viaje', un divertido montaje musical en el Teatro Reina Victoria en el que mi hija se estrenaba con 22 años como jefa de vestuario de un reparto estupendo: Ricky Mata, Naím Thomas, Ana Dachs, Lua Miguez y Jaime Bayo.

Este hotel con solera está ambientado justamente en el teatro, con una espléndida terraza en la última planta donde desayunas, bien al aire libre, bien a cubierto. ¿El precio? Lo reservamos por 111 euros la noche y desayuno. Nada mal para cómo se las gastan desde hace un tiempo en Madrid capital y en ciudades turísticas como Toledo, donde vivo.

Desde el hotel recorrimos a pie en 15 minutos el trayecto hasta la sala Morocco. Fue fundada en 1951 como cabaret, un lugar de encuentro para gente del mundo del espectáculo, intelectuales, toreros o futbolistas. Tras un periodo de decadencia, la cantante Alaska y unos socios lograron que reviviera en la década de los 90. Y el rostro de la artista te lo encuentras pintado en una pared y es todo un reclamo para inmortalizar la visita en una fotografía.

Después de cenar con mi hija y su amiga Verónica por 15 euros el menú en el restaurante del hotel Espahotel, en plena Gran Vía, nos dirigimos a la sala. A unos metros de la entrada, esperamos a su otra compañera de piso, Mariana, arquitecta argentina que se encuentra en España ampliando su formación.

Los cinco nos adentramos escaleras abajo por el interior de Morocco. Encontré un lugar fresquito, con el aire acondicionado como a mí me gusta, y con una música de los años 80 y 90 que me hizo recordar aquellos tiempos en los que mis caderas se movían como las de Leu. ¿O mejor Altagracia de la Palma?

Hasta que llegó el momento de aplaudirla, grabé vídeos y algunos los colgué en mi estado de WhatsApp. Uno rezaba: "En el templo de Alaska, Juampe". Iba dedicado a un tipo con agallas, un técnico en emergencias con una enorme historia de superación, ya que tiene escrita en su cuenta de WhatsApp la frase 'Yo soy así, así seguiré, nunca cambiaré'. Es parte de una estrofa de la canción 'A quién le importa', un himno de autoafirmación y rebeldía frente a las críticas y los juicios sociales.

También por mi condición de periodista de sucesos, a menudo se me han cruzado historias que nada tenían que ver entre sí. Y con la excusa de ir a ver a Altagracia me sucedió también. Mientras me divertía, Juampe estaba intentando sacar adelante a un bebé de tres meses, pero el equipo médico no pudo conseguirlo. No se lo quise contar a mi mujer por no aguar la noche, pero mis caderas bajaron las pulsaciones en una sala de fiestas con diversidad cultural que te invito a que visites.

Por fin, la figura esbelta y elegante de Altagracia de la Palma, adornada con una preciosa chaqueta torera, pisó el escenario. Fue después de 'la Sussi', otra 'drag'. Acompañadas de dos magníficos bailarines, dieron rienda suelta a un agitado espectáculo de cabaret. Altagracia nos impresionó gratamente. Todo un torbellino, horas antes de que Melody, la artista española a la que dedicaron su 'show', fuera maltratada por el jurado profesional y el 'televoto' en 'Eurovisión'. 

Casualmente, la letra de su 'Esa diva' viene al pelo. Una de las estrofas dice: "Una diva es valiente, poderosa/ Su vida es un jardín lleno de espinas y rosas/ Resurge bailando/ Con más fuerza que un huracán". Esa es Melody, esa es Altagracia.
     

   

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